Un TITAN de corazón...

Antes de mi caída en bicicleta mis intenciones eran hacer un buen final de temporada y salvarla en la medida de lo posible con un resultado en condiciones. Me empezaba a encontrar bien y después del puesto 13 en el Campeonato de España autonómico mi moral también subió muchos enteros.
Quedaba el Desafío Doñana que lo afrontaba con mucha ilusión y ganas de experimentar nuevas sensaciones, el Campeonato de España de Cangas donde quería volver a estar delante y por último el TITAN, un triatlón al que no quiero faltar y que me ha aportado sensaciones indescriptibles.
Fue un segundo, en una curva cerrada se fue la rueda de atrás, se me dobló el manillar, no pude sacar las manos y mi barbilla chocó contra el asfalto rompiéndome la mandibula. En un segundo pasé de sentirme lleno de moral y fuerte por una buena ascensión a Canillas a sentirme arrastrado y con un buen marrón encima. Sabía que se avecinaba algo gordo. En el hospital me pusieron los puntos y me dijeron que por lo menos 3 semanas tenía fijación de mandíbula. Tres semanas...aún quedaba otra más para el Titán así que seguí manteniendo el objetivo de hacerlo para tener una ilusión dentro de lo que serían unas semanas bastante durillas.
Entre fin de semana y festivos paso una semana con la boca rota hasta que por fin me operan con anestesia general y yo sigo con la esperanza de que soldará bien y tres semanas son las que quedan para el Titán...si me lo quitan unos días antes...
Pero aún tengo la boca cerrada, los alambres puestos y las encías con sus clavitos dentro para sujetarlos. Las primeras con la boca completamente cerrada y estas últimas con un poco de holgura para abrir una rendija entre los dientes que por lo menos me ha permitido comer purés y respirar algo.
Así que tras hacer una radiografía en la que se ve que está soldando bien, me planto en la línea de salida con 2,5kg menos en lo que creo es el medio Ironman más duro, con la intención de salir del agua primero (inscripción gratis para el año siguiente) y terminar la prueba como sea.

De nuevo me encuentro allí, en el embalse, flotando mientras espero a la salida, con la vista fija en el objetivo, el pueblo de Zahara, imponente delante de nosotros.
Salgo fuerte, intentando colocarme en cabeza y abrir hueco a pesar del ahogo que voy siento pero por delante veo al portugués Pedro Gomes al que tengo que dar alcance. Cuando lo hago me coloco a sus pies y trato de recuperar del esfuerzo respirando y deslizando todo lo que puedo. Poco a poco me coloco paralelo a el y trato de dejarle algunas veces pero no se deja y esos esfuerzos los pago con la sensación de ahogo al tener que forzar la respiración así que lo único que me queda es cambiarle muy fuerte el ritmo a poco de llegar. Lo hago y consigo adelantarme, salgo primero pero corriendo cuesta arriba hacia boxes desfallezco sin fuerzas y mareado así que me pasa y marca el chip antes que yo. Me temo lo peor, seré 2º...

Trato de respirar cuando llego a mi bici y hago una transición muy tranquila. Salgo suave por la presa tratando de conseguir el oxígeno que aún me falta y me pongo a subir Las Palomas asustado por lo suave que voy y lo alto que llevo mi pulso. Conforme voy subiendo me van pasando continuamente y yo no hago más que pensar en como bajar el pulso sabedor de que así estaba firmando mi sentencia de muerte. Soy incapaz de bajar las pulsaciones todo lo que quisiera así que por lo menos trataré de ir ligero y no quitar el 27 de piñón que aún así hay tramos que me cuesta mover. Viendo el PowerTap veo que los watios no suben demasiado, ni siquiera en los repechos en los que la inercia que a mi me encanta coger parece que no sirve para nada porque me quedo clavado.
Pasan los kilómetros y me coje Juan Antonio Velázquez de mi club Aquaslava al que decido coger ritmo y sacar un compañero de fatigas. Más adelante nos unimos también con Antonio Aguilar Conejo de Alhaurín para plantarnos a pie del Boyar y con ganillas después de pasar unos kilómetros muy amenos marcándonos los tres.

Poco a poco Antonio va cojiendo ritmo y Juan Antonio se queda y decide coger el suyo.
Yo sin embargo no dejo que se vaya y tengo momentos que parece que voy bien y corono el Boyar aún viéndole por delante y con sentimiento de culpa por haberme pasado de rosca con pulsaciones que solo debo llevar bien entrenado. Las Palomitas ya son un infierno, me duelen las piernas, el pecho y subo haciendo eses en algunos tramos para no quedarme clavado, esto pinta muy feo...
En la bajada me dejo llevar por varios que me han pasado tratando de bajar el pulso, suavizar y recuperar todo lo que puedo. No tengo sensación de hambre ni sed, más bien repulsión a los dichosos geles.
Suavizo por la presa sin ganas de dar una pedalada más y llego a boxes en torno al puesto 25 pensando como voy a correr.

Salgo todo lo tranquilo que puedo tratando de dejar el pulso bajo y no forzar más la respiración pero me vuelve a ser imposible y más con las primeras cuestas hacia Algodonales que subo a pasito muy corto. La gente me anima mucho, mi hermano, Patri...Gracias!!! Si consiguiera no dejar de correr... El malestar se acentúa poco a poco, me ahogo si trato de apretar un poco o trato de respirar hondo, pero lo peor es el dolor de estómago y el mareo que empiezo a sentir. Ya no puedo comer mi beber apenas. Voy casi con los ojos cerrados dejándome llevar...casi ciego y esa sensación significa que si quieres llegar a meta hay que parar (lo aprendí en Elche 2008). Hacia el Km 11 me paro en seco y me tumbo en la cuneta, se que lo tengo que hacer por mucha rabia e impotencia que me de. Me traen un poco de agua que intento beber a duras penas y trato de tranquilizarme y dejar que el cuerpo se recupere en la medida de lo posible. Al tiempo me levanto y continuo andando, me es IMPOSIBLE correr. Subo la presa y allí esta Zahara imponiéndose como un muro infranqueable para los más o menos 5km que me quedan. Físicamente no respondo y retirarme sería fracaso total asi que lo que queda es que mi cabeza no deje de responder y pasito a pasito llego a Zahara donde el calor de meta suaviza cualquier dolor haciéndome trotar los últimos metros con la piel de gallina, abatido pero orgulloso. Puesto 106 con 6h27´:55”

En el 2007 gané con unas magníficas sensaciones, el año pasado hice 2º tras Villasescusa pasándolo mal en la carrera a pie por llegar muy cansado a estas alturas de temporada, pero nada comparado con este año. Ha sido el TITAN más duro, el que tenía las subidas más duras, el de mayor reto y por eso y, sin dudarlo, digo que MERECIÓ LA PENA.

Una vez más Enhorabuena a la organización y Enhorabuena a los Titanes que lograron su reto personal, Enhorabuena a Antonio Aguilar con ese top 10 (creetelo que eres grande) y Enhorabuena a Juan Antonio Velázquez, me dejaste alucinado...