
Os dejo mi vídeo casero de este pedazo de triatlón con buenas tomas de vídeo y varias fotos espectaculares hechas por mi madre (Toñi Vázquez), David Tilbury, Jesús (De Almargen) y la gran mayoría de un gran Andrés Barrera.
RTK
Dicen que la dureza del Titan podría asemejarse a la de un Ironman y este año para mi ha sido así. La semana pasada Patri y yo ganamos en Oliva (Valencia), no fue fácil para mi y tuve que esforzarme a tope dejándome allí mucho de lo poco que me quedaba en mi cuerpo para estar en lo más alto del pódium junto a ella, ni de lejos desperdiciaría esa ocasión...
Hoy ya lo he dado todo, hasta la última gota, todo lo que me quedaba para terminar la temporada en esta magestuosa prueba de la que me siento enormemente orgulloso de pertenecer a una tribu de titanes que cada año cruza la meta en Zahara. Mi quinto año y la emoción me sigue embargando de la misma manera que el primero, o quizás más, porque el cariño a esta prueba es mayor.
Al acercarme a Algodonales vuelvo a sentir ese cosquilleo que me hace sentir vivo, me siento nervioso, como agitado, pero no por la competición en sí, sino por el momento. Para mi el lugar tiene una magia que cada año es más fuerte forjada con lo que vivimos y lo que nos dejamos allí en cada batalla pasada.
Un año más vuelvo a sentir infinidad de nuevos sentimientos y sensaciones que hacen que, a pesar de lo que sufrí otras veces, esté deseando volver de nuevo.
Sentimientos especiales con Patri consiguiendo ser una grandísima Titana y sensaciones nuevas con un Dios Eolo que quiso ponernos las cosas aún mas difíciles soplando con fuerza durante todo el recorrido y embrabeciendo las aguas del embalse hasta extenuar a más de un Titán...
Este año David, Janina, Carlos, Ana, la pequeña pero futura Titana Alba, Patri y yo alquilamos desde el viernes una casa rural magnífica cerca del pueblo de Zahara para poder estar en las actividades del viernes por la tarde mientras va cayendo la noche.
Para mi no tiene desperdicio poder compartir charlas y buenos momentos con esas personas que tenemos un mismo fin en un ambiente acojedor que nos hermana.
Yo siempre elijo suelo y, tumbado en el césped sobre una manta, me empapo de todas las palabras que salen de boca de organizadores y ponentes. Dorsales, briefing, charla técnica a cargo de Jonathan Esteve y agradable cena para terminar una magnífica tarde.
El embalse está muy agitado, el viento sopla muy fuerte...no paramos de escucharlo en una ruidosa noche en la que no dejó de soplar un segundo. Mi cabeza esquematiza la táctica a seguir tratando de controlarlo todo, adecuarme y asumir las circunstancias que se preveían. Mañana será distinto a otros Titanes, se que será más duro por las condiciones y la sensación de que mi cuerpo no esta al cien por cien ni mucho menos. Lo asumo todo, visualizo, memorizo...aquí está Patri...está fuerte, se que lo conseguirá...me relajo...me duermo...
Tengo ganas, no me cuesta levantarme para estar donde llevo un año esperando estar. Tenemos todo prácticamente preparado y los boxes estan cerca para ir en bici tranquilamente. El viento sigue presente, el embalse parece el mar... Jamás lo había visto asi, las boyas se van moviendo!! Tienen que recolocarlas y cambian el sentido de las dos vueltas que hay que dar. Particularmente esta situación me divierte, es verdad, me encanta y es como si me cansara menos concentrando en las variables que se van presentando como corrientes y oleaje, aunque respiro preocupación en los demás y se que será duro para muchos.
Me encantan los preparativos en los boxes del Titán. Un lugar espectacular, un ambiente donde se respira unión entre nosotros. Sonrío, saludo, hablo y animo a todo el que está a mi alrededor si se tercia la ocasión. Me alegra conocer gente nueva, me animan y animo. Llegan mi madre y mi hermano, perece que ya estamos todos.
Preparativos listos, circuito y táctica visualizadas, manos a la obra y a dejar que esto vaya saliendo como tenga que salir. Disfruta de tu esfuerzo y concentración en cada momento...vamos!!
Suerte Patri, suerte Sergio, vamos Janina, podeis con ello...
Dos vueltas de mil metros en un embalse enrabietado por el viento. Corriente lateral de izquierda a derechas hasta la primera boya. Me coloco totalmente a la izquierda y salgo lo más abierto posible de manera que la corriente me vaya bajando hacia la boya conforme voy acercándome a ella. Salgo fuerte unos minutos para distanciar y tratar de nadar en solitario. Trato de sentir la corriente y cada ola. Trato de no luchar nunca contra ello. Giro la boya, busco la otra boya con impaciencia, apenas puedo verla con el oleaje y trato de coger una referencia para seguir nadando. Por fin la veo, ahora la corriente es algo más favorable, miro atrás, voy solo, me relajo y trato de disfrutar.
Me encuentro bien!! Giro la segunda boya. Ahora la corriente va en contra, las olas vienen de frente pero no lucho jamás contra ellas.
Si es grande deslizo por debajo incluso dejando de nadar, solo me estiro al máximo hasta que pase, si es más pequeña salto por encima...
La segunda vuelta la encaro con más confianza conociendo el terreno y sereno por saber que volveré a salir primero del embalse. Doblo a gente pasándolo mal...no me hace gracia esto y trato de animarles mirando mi reloj y gritándoles que están en tiempo y que sigan adelante.
Transición muy rápida y buena sin dejar de escuchar ánimos sin parar de gente conocida y desconocida a la que se lo agradezco enormemente aunque mi cara denote concentración en el momento.
Vamos a por el puerto de Las Palomas, mi puerto favorito desde que quedé fascinado en 2007 cuando lo subí por primera vez. Hoy la pedalada no es tan cómoda y fuerte como otras veces pero trato de mantener la concentración y que esto no sea un obstáculo. Eficiencia y buena pedalada sin parar...al punto donde no lleguen a doler las piernas.
Forzar aquí para mi es un suicidio, pero hay veces que el viento de cara me deja clavado y hay que luchar con algo más de fuerza de la que yo querría gastar... De momento mis piernas van bien pero mi respiración es forzada. Desde el Ironman de Gales no he dejado de sentir un molesto ahogo cuando forzaba y ahora tocaba sentirlo de nuevo.
Poco a poco voy coronando tratando de no pasarme, de no sentir dolor en mis piernas y buscando recrearme con las increíbles vistas. Parece que Rubén Bravo se me va acercando. Lo suyo es coronar sin que me coja y parece que va a ser asi. Respiro arriba, aprovecho para avituallarme rápido antes de las primeras curvas de la bajada a las Palomitas. Ahora toca plena concentración, momento tan importante como la subida. Curva a curva trato de trazar bien, recta a recta trato de ser lo mas aero posible.
Puertecillo de los Alamillos con ritmo como las Palomas y zona rompepiernas donde me encuentro bien y a gusto. Aquí no me alcanza nadie...son mis mejores momentos aún forzando lo mínimo, no quiero quemar ningún cartucho. Mi polivalente Ceepo Stinger vuela y mas con viento favorable y, aprovechando la aerodinámica, veo momentos de 84 km/h bajando por Villaluenga del Rosario.
Disfruto a tope de todo el tramo favorable cogiendo los repechos con la propia inercia del viento y sin apenas esfuerzo. La bajada parece peligrosa con rachas de viento lateral fuertes pero la bici responde de lujo y me siento seguro. Voy bebiendo y comiendo bien para encarar el segundo gran puerto. El Boyar se acerca, a pie estan los mios animando a tope!! Como vas!! Creo que bien!!
Este puerto es psicológico, puede acabar con cualquiera que ose pasarse de fuerte al principio. Puede ser largo e interminable si te quedas sin gas a mitad de camino. No se ve el final y el calor y los 60km en las piernas empiezan a hacer mella.
Intento ir en progresion, cogiendo de nuevo ritmo de subida cuando las piernas digan. Algo aparece tras de mi en el primer kilómetro...Héctor Guerra, exciclista profesional me pasa fortísimo, no queda otra que verle como se va perdiendo en la lejanía y soñar con que no me saque demasiado...
Mis sensaciones no son demasiado buenas, miro el cuentaquilómetros y no me gusta nada lo que veo, lo se y lo asumo para concentrarme de nuevo en pedalada continua, eficiencia y pleno control en el esfuerzo para no quemar ningún cartucho de más.
Pienso en las sensaciones que llevaba el año pasado y hoy mi cuerpo no está para eso y se que a la mínima puedo caer en picado y pasarlo muy mal. Paso a paso y constancia es lo que toca. Ya no me queda chispa ni alegría en la pedalada, ni al ponerme de pie...control, control y adelante! Noto el calor, noto el dolor en mis piernas que luchan por mantenerse firmes en los pedales tratando de controlar esa pedalada que quiere ser cansina y más cuando el viento se convierte en enemigo. Aqui empieza el Titán...y tu lo sabes...gel de cafeina y vamos a por el último tramo!!
Corono con mala cara. Ánimos de la gente que me cantan unos 8' con Héctor pero no dejan que pare de luchar. Vamos Iván que lo acabas cogiendo!! No se merecen que deje de luchar, ni ellos, ni la ocasión. Mantengo la concentración en el pequeño respiro hasta encarar Las Palomitas. Un puerto que es mi juez. Tres kilómetros que me dictan sentencia, que me dicen cual es la condena que me espera en la carrera. Este año apenas voy a diez u once kilómetros hora, tramos que el año pasado no bajaba de trece... Miro atrás y sigo sin ver a nadie. Donde están? No entiendo como no me pillan. Solo queda luchar por terminar estas rampas en las que mis piernas han dicho basta sobre la bici por esta temporada...
Corono, respiro, estiro mis piernas sobre los pedales en un acto por encontrar toda recuperación posible para encarar la carrera que me espera. Tranquilo, vamos, últimamente estas corriendo mejor...
Concentración total en la bajada de Las Palomas aunque sin hacer ningún sprint o cambio de ritmo demasiado fuerte al salir de las curvas. No tengo más piernas...no quiero ni un esfuerzo más... El viento pega fuerte lateral en algunos tramos y favorable en otros lanzándome quizás más rápido de lo que quisiera. Mi concentración es máxima y tras las primeras curvas mas técnicas empiezo a sentirme más seguro y disfruto a tope de la bajada, por momentos sin pensar en el esfuerzo...
Rápida transición con un público que me anima, los míos y vosotros que me ponéis los vellos de punta, que me hacéis dar el ciento uno por ciento. Me cantáis unos diez u once minutos con Héctor. Por momentos no pierdo la esperanza de cogerlo. La bajada de las Palomas te revive pero puede ser un engaño momentáneo y lo se, salir fuerte hoy es una locura...
Trato de recuperar lo que puedo con la primera bajada pero en la subida a Algodonales las cosas ya empiezan a ponerse serias, mis piernas pesan, no hay ninguna soltura ni chispa, pienso en la carrera de Guadalajara pero no tiene nada que ver, no encuentro esa fuerza por ningún lado. Por lo menos como y bebo cuanto puedo, si me vacío o deshidrato puede ser el fin...
Me cruzo con Héctor y veo que no le recorto nada. Mi madre y Carlos me animan a tope y por fin subo todo el repecho y siento cierto alivio y mejoría en la parte llana. Ya solo pienso en mantener mi segundo puesto, puedo conseguirlo si mantengo la constancia.
Algodonales ya esta aquí. Sus gentes están en la calle, los niños buscan chocar tu mano y los ánimos hacen por momentos que olvides cualquier dolor y lo que aún queda. Giro al final del pueblo jaleado por cientos de voces, decidido a encarar lo que me queda con todas mis fuerzas. A partir de aquí nos cruzamos con cada Titan que viene de ida y a cada uno trato de sacarle un poco de aliento. Vamos!! Mis ánimos son para ellos y para mi. Unos me devuelven el ánimo con fuerza, otros con una simple mirada que denota su particular batalla. Ramón García!! Gran Titán!! Alegría y fuerza con tu presencia me transmites...
Avituallamiento donde esta Pablo Cabeza, un placer tenerle desde la barrera aunque espero verle cruzar de nuevo esta meta!! Me canta unos cinco minutos a los de atrás. Tengo que administrar esta renta. Me cruzo con mi hermano al que veo mal, creo que hoy sufrirá pero se que volverá a ganar la batalla.
Hago la bajada tratando de recuperar toda la vida posible para encarar la subida a la Presa. Para mi otro de los puntos decisivos. Carlos me grita que no puedo dejarme, que tengo que seguir a tope porque por detrás vienen fuerte. Me concentro en la subida, voy a por ella. Ya llega y la espero con impaciencia y con algo más de aliento. Es el todo por el todo, aqui no debo desfallecer si no quiero que se me echen encima. Un gel mientras recupero cuanto puedo. Aprieto dientes y la encaro con las fuerzas que me quedan. No debo parar, no debo bajar ritmo y mi mente se queda en blanco soñando con la plaza de Zahara. Como una máquina mis piernas siguen y siguen, paso tras paso para coronar arriba casi exhausto.
El bullicio de boxes, los ánimos y el avituallamiento me despiertan de ese trance. Tengo que parar un momento, la sensación de ahogo es muy fuerte, no puedo respirar hondo y debo serenarme, volver a concentrarme, asumir y abarcar en mi mente lo que todavía queda hasta subir Zahara. Bebo bien, me refresco bien, un nuevo gel que me de algo más de energía. Ando unos segundos, trato de respirar el poco aire que parece que entra en mis pulmones. Veo mi reloj, no pueden quedar mucho mas de veinte minutos, tus últimos veinte minutos de temporada! Has llegado hasta aqui y quieres estar en ese pódium de meta no? Miro al cielo como buscando ayuda, miro al pueblo y a su iglesia, imagen magestuosa encima del embalse...
Arranco de nuevo con ganas de luchar por ello con todo lo que tenga. Mis piernas ya no quieren correr sin embargo mi cabeza es lo único que desea...
Un nuevo avituallamiento en el que buscar un ápice de alivio en el frescor de las esponjas mojadas de los voluntarios y la subida fuerte comienza, acrecentando aún más el dolor de mis piernas que no quieren despegarse del suelo. A veces pueden conmigo y andan, a veces mi cabeza se da cuenta y vuelve a interponerse para arrancar de nuevo.
Paso a paso la emoción de la plaza empieza a atraerme como un imán hacia ella, poco a poco las cuestas del pueblo se empinan aún más pero ya es la recta hacia un lugar y un momento mágicos, culminación de un gran esfuerzo y una gran temporada.
Increíbles los ánimos de los niños que a los gritos de "Iván eres un crack!!" corrían a mi lado, junto con mi madre, dejándome perplejo, poniendo mis vellos como escarpias y haciéndome sentir aún más el cariño de las gentes de este lugar y la magia de la meta de este triatlón en la plaza más especial que conozco. Apenas cruzo la meta caigo desfallecido y casi ciego en brazos de voluntarios que me llevan a las camillas, al tiempo que, con lágrimas en los ojos, agradezco cuanto puedo esos aplausos que durante todo un año los tengo presentes en mi mente dándome fuerzas en los entrenamientos más duros.
Poco a poco van entrando Titanes en la plaza, uno tras otro, saboreando el momento privilegiado de estar allí. Mi hermano Sergio, un año más cruzando la meta, un año más exhausto pero Titán, has vencido, da igual el resultado, de verdad, hoy has vuelto a vencer.
Patri, ya estas aquí, y encima haciendo un carrerón con una solidez increíble, con una alegría en tu rostro que me hace saltar las lágrimas como sin duda merece la ocasión.
Janina, conseguido!! A pesar de las olas, a pesar del viento...aquí estás!!
Sonriamos ante ello...
Mi historia comienza en 1977, en la ciudad de Gijón donde nací. Vinculado a la natación desde entonces por ser hijo de Mª Antonia Vázquez, campeona de España y de Fernando Tejero, uno de los mejores entrenadores de la natación española.
Comencé a dar mis primeras brazadas a los poquitos años y a partir de ahí fui progresando en la escuela del Grupo Cultura Covadonga hasta 1984, año en que mis padres se trasladaron a Málaga como entrenadores de la Federación Española de Natación en el Centro de Alto Rendimiento.
Mi formación como nadador continuó en el Club Cerrado Calderón donde a las órdenes de Javier Casademont conseguí varias medallas en los Campeonatos de España infantiles y la beca para entrenar con el centro de alto rendimiento en el mismo Cerrado Calderón pero bajo la tutela de mi propio padre como entrenador, consiguiendo numerosos podium en campeonatos de España y algunas salidas internacionales tanto en categoría cadete como en júnior.
En 1995 vuelvo a entrenar en el Club Cerrado Calderón y en 1997 pruebo con el Salvamento y Socorrismo, un deporte nuevo que, debido a la similitud con la natación, comienzo a destacar en él. Consigo ser campeón de España en varias modalidades y ganarme la plaza como internacional donde logré un 4º puesto en los Juegos Mundiales de Lathi (Finlandia) y un primer puesto como relevista en el Campeonato de Europa celebrado en Amberes (Bélgica) como acciones más destacadas.
Pero será en febrero del año 2000 cuando entrara en el mundo del Triatlón con la llamada de un amigo (Francisco Vena) y su invitación a acompañarle en el Duatlón de Casabermeja (Málaga), una modalidad del triatlón. Desde ese día quedé prendado de este fabuloso deporte que se adecuaba perfectamente a mis características como deportista. A partir de ese día comencé mi progresión como triatleta y, poniéndome en manos de mi actual entrenador, Alberto García Bataller, logro clasificarme para el campeonato de España élite quedando en el 20º puesto y el 10º en Acuatlón en mi primer año de competición, consiguiendo
En el 2002 regreso a Málaga y estoy 2 años entrenándome a mi mismo y es a partir de 2004 cuando decido dar el máximo de mis posibilidades volviendo con Alberto García y progresar año a año para conseguir mis mejores resultados en estos años sucesivos.