En Valle de Aran he tenido la suerte de tener conciencia de momentos como sentir el agua de los rios,su sonido y su frescor bañandome tras un duro entrenamiento, el color verde que te envuelve en todo momento, los paisajes, las montañas que te transmiten esa fuerza y respeto al sentirte pequeño, la dureza de los puertos que hacen que te exprimas sacando lo mejor de ti...Energía transmitida por la naturaleza de la que me he empapado al máximo.
Por otro lado, hay personas que te transmiten su energía, sus valores, sus ganas de ayudar...sobre todo cuando persigues una meta de verdad y con sentido. Fijaros bien a vuestro alrededor y absorber cuanto podáis.
Paco y Rocío durante los duros entrenamientos fueron un gran pilar en Valle Arán.
Por otro lado cuento con el mejor grupo de entrenamiento y compañeros que uno pueda tener, siempre están ahí y cuando unimos fuerzas no hay quien nos pare!
Juntarnos en las carreras y viajes son un punto de motivación para sacar lo mejor de cada uno. Mi familia, mi madre, que siempre está ahí aguantando mis quejas, ayudando en lo que puede e incluso viajando con nosotros.
Y lo mejor que me ha pasado, Patri, ella siempre ahí, compartiendo entrenamientos, escuchándome, recargando mis pilas con una mirada, con un abrazo, dándome la sensación de tener un tesoro.
Mirar a vuestro alrededor y buscar esas "energías", cogerlas y sentiros bien por lo que tenéis y por lo que hacéis, es posible que seáis muy privilegiados. Pararos a pensar y tomad conciencia de ello...