Otra cosa es hacerlo nadando a menos de 1:15 el 100, rodando a 40 Km/h en bici y a menos de 4´ el Km corriendo a pie, pero cruzar esa meta es una sensación que marca un antes y un después y lo que siento ahora son unas ganas inmensas de volver a hacerlo.
Nada más salir del aeropuerto ya te das cuenta que te sientes como en otro mundo y lleno de expectación por las vivencias que se van a ir sucediendo en estos días. El paisaje es totalmente diferente a lo que estás acostumbrado, te sientes rodeado de volcanes y fuera de cualquier pueblo, carreteras solitarias que atraviesan extensas zonas de roca volcánica. La isla me inspira mucha tranquilidad y una sensación mágica de querer conocerla e integrarme en ella.
Decidí alquilar un coche para ir tranquilo de un lado a otro, y más cuando la reunión técnica, la expo, la pasta party y diversas actividades se hacen en La Santa. El jueves por la tarde lo pasé allí recogiendo el dorsal esperando una cola que se me pasó volando mirando el video del año pasado en los televisores, intentando fijarme en todos los detalles y paisajes que supuestamente iba a vivir en carrera, viendo la expo, echando unos larguitos en la piscina, cenando en la Pasta Party y en general viviendo el ambiente y charlando con cada cara conocida que me iba encontrando.
Y de nuevo impresionado con las instalaciones y el lugar en el que está ubicado este complejo, lo que puede llamarse un paraíso para cualquier deportista. Restaurantes, supermercado, gimnasio, tiendas, bares, piscinas recreativas, piscina de 50m, cine, parque infantil, actividades de todo tipo con numerosos campus de entrenamiento…todo ello rodeado de apartamentos. Sin dudarlo, espero poder organizarme allí una buena concentración.
El Viernes dormí lo que quise y luego tranquilamente fui poniendo todo en orden. Salí a probar la bici y ver la zona de boxes. Corrí 15´, comí tranquilo en mi apartamento, me eché una siesta y por la tarde a boxes a dejar la bicicleta. Muy buen ambiente con música, bicicletas de todas las marcas y gente de todas las nacionalidades. Al llegar al apartamento me mosqueó bastante el crujidito que notaba en mi tendón de Aquiles al estirar el sóleo. Cené y me acosté pronto para dormir por lo menos las 6 horitas correspondientes. Tardé un poquito en dormirme leyendo en la PDA los consejos y mensajes de ánimo que llegaron a mi blog, GRACIAS!!! (Rafa Prado, Jaime Menéndez, Javi, Jose David, Nieves y Anónimo...) Y visualizando cosas pero ya con todo controlado y con muchas ganas de verme en la realidad, caí en un profundo sueño sin preocuparme de nada más.
El Sábado toque de queda a las 4:15. Me levanto con ganas y expectante por lo que iba a vivir. Daba igual que fueran las 5:30 de la mañana y de noche, el ambiente es genial, preparando las bolsas (Warm Up, Bike, Run) y la bici al lado de grandes craks de esta distancia. Por fin, amaneciendo, en primera línea de salida que tantas veces imaginé, con un cosquilleo que me recorre el cuerpo que me hace sentir vivo.
Salida fuerte, no queda otro remedio si no quería recibir. Enseguida me coloco a cola del grupo cabecero que se va formando, un poco mosca porque no quería ni siquiera salir fuerte y no sabía si este ritmo se iba a mantener. Pensé en la experiencia que me daría salir en cabeza y en la gente que pudiera estar siguiéndome por internet a quien quería brindar mi nombre con los primeros por lo menos en la natación, así que apreté los dientes y no dejé el corte. Poco a poco el ritmo fue decreciendo y yo encontrándome más a gusto hasta situarme a pies de los primeros que iban tirando.
Al final de la primera vuelta, de nuevo el ritmo aumenta por el énfasis de salir en cabeza del agua y vuelve a decrecer una vez se coge ritmo para volver a tirar los primeros muy fuerte y disputarse la plaza de salir primero del agua, guerra en la que no me metí, así que 6º del agua y contento con mi natación después de haber hecho volúmenes semanales de unos 8000m solamente. Curiosamente me cuesta mucho salir en cabeza en los triatlones cortos pero sin embargo a ritmos de larga distancia parece ser que no tengo problema, aún haciendo un volumen semanal tan bajo. He perdido sensaciones y ritmos rápidos, pero de momento me sirven para larga.
Transición relativamente tranquila y un poco perdido con el tema de las bolsas, cambiarse, la crema que te echan y demás y me sale bastante lenta con respecto a los primeros así que cojo la bici perdiendo más de 1´ y en solitario.
Desde la primera pedalada sabía que la cosa no iba bien, pedaleaba mal y sin ritmo ninguno, viendo continuamente como me pasan, así seguiría siendo durante todo el recorrido. Un poco desmoralizado, decido ir a lo mío y fijarme en los que me van pasando, su nombre, que ritmo llevan…”disfruta, queda mucho y hoy tu guerra no está con ellos”. Trato de no dejarme a pesar de las malas sensaciones y el crujidito del tendón y el dolor que me salió en la rodilla izquierda sin saber por qué. “Vas mal…pero trata de mantener una buena aerodinámica y sigue buscando sensaciones”.
Poco a poco voy alternando sensaciones muy malas con algo mejores aunque ya trato de no pensar en ello y recrearme con los paisajes de la isla, intentando no hacer duro un recorrido que sin duda lo es y que apenas había tramos en los que podía rodar a más de 30. Iba comiendo y bebiendo muy bien así que no sentía otro malestar, aparte del crujidito y la rodilla, que no fuera el dolor de piernas que poco a poco iba a más.
Ahora empezaba a saber cuánto castigaba el viento de todas esas historias que había leído o escuchado. Atravesar el Parque Natural de Timanfaya rodeado de campos inmensos de lava por todas partes y subir el Mirador del Río no tiene precio a pesar de que los repechos a contraviento se hacían difíciles y más cuando no vas y apenas mueves el desarrollo. Ahora mismo me recuerdo subiendo hacia Haria, una recta con el viento de cara sin pasar de 10 km/h y atrancado en mi pedalada. ¿Cómo subirían aquí los grupos de edad avanzada? Esto era a verlas venir y a luchar con cada sorpresa que me tenía preparada el recorrido.
Una vez coronado el Mirador y según había escuchado, ya era bajar y “dejarse llevar a favor hasta Puerto del Carmen” pero nada más lejos de la realidad, aún faltan muchos kilómetros y el viento, aunque a favor en mucho tramos, daba la sensación de que no ayudaba nada con varios tramos dando de lado más el tramo con mal asfalto de Nazaret fue criminal, para mí esta parte fue la más dura y eso que ni me preocupaba de pedalear continuo.
Y allí estaba de nuevo, en Puerto del Carmen, con un ambientazo de lujo para dejar la bici y yo con la incógnita de lo que depararía toda una aventura de un Maratón, mi primera maratón! Miro el PowerTap y veo 198w y 5h48´, en fin, es lo que hay…
Lo que sí recuerdo bien es que no podía aguantar las ganas que tenía de orinar y con la emoción de la transición y las ganas de salir a correr no deparé en volver atrás para ir a los baños de boxes así que hasta que llegué a los baños siguientes lo pasé fatal corriendo a duras penas preguntando en los avituallamientos desesperado donde había un baño próximo porque con tanta gente animando a los lados no era cuestión… Por fin!!! Uff!
Salgo a correr de nuevo con buenas sensaciones y conteniéndome todo lo que puedo aunque mi cuerpo me pidiera más, aún así paso y paso a gente continuamente, que bien, al contrario que en la bici. Fueron mis mejores momentos disfrutando del ambiente, sonriendo a la gente que me animaba en los bares con la música a tope, saboreando mis gominolas de PoweBar que iba chupando poco a poco y concentrado en no pasarme de pulso. Las 2 primeras vueltas de 4 en 1h33´ doblando y muy cómodo pero pensando que mis geles que más o menos me gustan empezaban a escasear y además cada vez me gustaban menos.
Por ignorancia no había dejado nada en el avituallamiento personal de carrera así que no me quedó más remedio que coger los geles que me ofrecían. El primero entró a duras penas, pero el segundo ya casi me daban arcadas y el estómago comenzó a cerrarse. Al principio podía seguir bebiendo pero después ni eso.
El pasillo de meta es genial, con las gradas llenas de gente animando y tendiéndote la mano para chocarla. Sonríes y sonríes a pesar de cualquier cosa, se te pone la carne de gallina y la satisfacción es grande, lo has conseguido. Al final 3h45´ en la maratón y 10h35´ en meta quedándome en el puesto 120º pero esto es lo de menos...
Y allí estaba Kenneth Gasque, director de la carrera y artífice de la existencia de este Ironman, para darme la mano e incluso preguntarme como me había ido la carrera, a mí y a todos los participantes que iban llegando, desde el primero hasta el último (unos 1300) casi a las 12 de la noche. Grandioso.
A los pocos minutos el malestar general se acrecienta y por no ponerme suero me voy al masaje a ver si tumbado en la camilla se me va pasando. Esto sigue igual o peor y decido ir a poner suero donde caen 2 goteros, el segundo con primperan que me asienta el estómago y hace que al rato ya esté comiendo un bocadillo de queso. Genial, ya solo me duelen las piernas y voy medio cojo…
Alguna hora después ya estoy comiendo una lasaña, gelatina y helado que daban en una de las carpas de meta y compartiendo sensaciones de carrera con Iñaki. Qué gran carrera!! A muy pocos minutos de clasificarse para Hawaii sin esperarlo y en su primer Ironman!! Y Alfredo, retirado por una lesión que llevaba en la espalda que le impidió continuar, ANIMO! Porque eso se pasa y queda mucho por hacer, el año que viene te sacas la espina.
El domingo fue un día muy agradable donde Alfredo nos invitó a una paella hecha por el mismo que salió de lujo, con amigos suyos en Caleta de Famara, un lugar que se pasa con la bici y que me quedé con su nombre para volver, con una playa magnífica con bastantes olas y dunas que me encantó.
Y de ahí, a la cena y ceremonia de trofeos en el restaurante del Monumento al Campesino donde tuve el honor de compartir mesa con Xabi Lekue y su chica y nos volvimos a juntar todos los triatletas a escuchar las palabras y anécdotas de meta que nos contaba Kenneth, el típico recuento de Ironmans que llevaban los presentes, desde uno hasta los 108, la entrega de trofeos y discurso de los campeones… Para después continuar la fiesta en La Santa con la reproducción del video de la prueba, fuegos artificiales y quien tuviera fuerzas discoteca hasta cuando quisiera.
Animo a todo el mundo a vivir esto y por supuesto a mi gente cercana porque estoy deseoso de veros cruzar esa meta, escuchar vuestras crónicas y sentimientos y compartir esto con vosotros.
En Lanzarote he tenido mis vivencias pero también he intentado sentir las de los demás, imaginando retos personales y sensaciones de lo que para cada persona, profesional o popular, entrenada o menos entrenada, obesa o delgada, joven o mayor significa cruzar esa meta. Me quedo con la lección aprendida de lo que la palabra Ironman significa, para muchos es una forma de vida, para otros un reto, que creo que es alcanzable para todo el que quiera luchar por él con cabeza y para mí un nuevo motivo para amar aún más este deporte.
See you soon, Lanzarote…
Con permiso de Pablo Cabeza os dejo el link a su blog y a unas excelentes palabras de todo un maestro: http://pablokbza.dorsalcero.net/2009/05/homenaje-los-hombres-y-mujeres-de.html